jueves, 23 de junio de 2011

Riko-tekina ai no tetsugaku - Capítulo 14 2/2: "El significado de la canción".

  Empezaba la canción que había compartido con Nowaki-san aquella tarde. Mi voz se encendió y comencé a cantar, contemplando al público. Su título era "One night", una canción realmente curiosa pero a la vez profunda. En ella se cuenta cómo el personaje se enamoró de un desconocido en una sola noche, sin siquiera conocerle bien. No sé de dónde saqué su contenido, pero apenas canté la primera estrofa, todos los espectadores presentes parecían muy identificados con ella. Mientras cantaba, observaba cada rincón del público. Unos lloraban, otros gritaban, era una experiencia totalmente mágica para mí. 
  Sin embargo, a mitad de la canción, noté un singular fan entre los presentes. Alto y de cabello café claro. Muy bien vestido. Estaba ubicado en la última fila, parado. Me miraba fijamente, con un rostro serio y concentrado. Ante su indiscutible belleza, me di cuenta, sin duda alguna, de quién se trataba. Era Nowaki. Estaba allí, ¡presente en mi concierto! Jamás creí que pudiera haber venido. Apenas me percaté de su presencia, mi corazón se aceleró de una manera casi peligrosa. En un instante, nuestras miradas permanecieron fijas, la una en la otra, causando que mi voz se intensificara a tal punto que me vi en la necesidad de alejar el micrófono un poco de mi boca, porque cuando cantaba, lo hacia con un sonido muy fuerte. Empecé a sudar y una lágrima corría por mi mejilla. Sentía como si estuviera extasiado de tanta felicidad y emoción que en ese momento me invadía. Fue la primera vez en toda mi vida en la que canté con el corazón. Pareciera como si gracias a él, por fin hubiese logrado inspirarme. Fue como si... me hubiera enamorado.
  El concierto finalizó y el público se retiró. Excepto Okawa-san y Nowaki. Okawa-san se acercó a nosotros cuando bajamos del escenario, mientras que Nowaki permaneció inmóvil en aquella fila, sólo mirándome fijamente.
–¡Simplemente magistral! –exclamó Okawa-san aplaudiendo, entretanto sonreía.
–¡Muchas gracias, Sensei! –respondí haciendo una reverencia.
–No me lo agradezcas, muchacho –dijo Okawa realizando un movimiento despreocupado con su mano –. Ustedes tienen talento, ¡no hay argumento que me haga cambiar de opinión! 
¿Ahora entiende de lo que hablaba, señor? Ellos son "Invisible Lover" –dijo Kaito apareciendo detrás de nosotros, con un tono orgulloso –, ¡en ellos está puesta mi esperanza! 
–Ya lo veo, ya lo veo... –comentó Okawa-san.
  Estar parado frente a Okawa-san, recibiendo elogios de su parte, fue algo estupendo. Pero no podía ignorar la constante mirada de Nowaki que me seguía sin cesar. Me despedí de ellos, y con algo de vacilación, caminé hacia donde Nowaki se encontraba. Pude percibir como su mirada, aún estando cerca suyo, no dejaba de estar fija en mí.
–Te dije que no tenías talento, ¿no es así? –dijo Nowaki con voz seria.
–Así fue –contesté asintiendo –. ¿Y todavía piensas lo mismo? –pregunté mirándolo.
–Estuve un buen rato afuera del edificio mientras cantabas –dijo mientras fumaba su casi terminado cigarrillo –, y tu voz era simplemente mediocre. Entré, me paré en este lugar, y tu voz, simplemente, cambió de tono –dijo tirando el cigarro al suelo, pisándolo después –. ¿Puedo preguntarte por qué? –dijo acercándose a mí.
–Y-yo... –respondí nervioso con su acercamiento –sólo canté con el corazón.
  Nowaki me miró de una forma tan distinta, que pude sentir casi como si estuviera escudriñando mi interior.
–¿Cantaste... con el corazón? –reiteró con tono susurrante.
–S-sí.
–Entonces, ¿me has hecho caso, verdad? –preguntó acercando su rostro al mío, manteniendo su actitud seria y seductora.
  Yo sólo asentí. 
–¿Y a quién se la has dedicado? –volvió a preguntar. Esta vez, podía sentir su aliento, debido a que menos de cinco centímetros eran los que separaban nuestros rostros. Empecé a sentir la misma sensación que había experimentado sobre el escenario. Mis manos empezaron a sudar y mi corazón a latir de manera muy acelerada.
–A ti –respondí, desahogando aquél pensamiento. 
  No podía creerlo. Aquellas dos palabras habían salido de mi boca de forma instantánea. La expresión facial de Nowaki se tornó, de pronto, en una expresión seria, acompañada de una sonrisa muy atractiva y sutil. Su lengua mojó aquel par de gruesos y suaves labios. Su mano izquierda abrazó mi cuerpo, y sin ningún pudor, en ese mismo lugar, me besó apasionadamente. 
  Sentí... a decir verdad, no logro decir qué fue lo que exactamente había sentido. Simplemente perfecto. Tal cual él es. Nuestras bocas estuvieron juntas durante varios segundos. Cuando Nowaki dejó de besarme, se alejó un poco de mí. Pasó un dedo por su lengua y musitó:
–Tus labios son bastante deliciosos –dijo sonriendo levemente –. Cuídalos. Un sabor así es prácticamente único en esta vida.
  Me había dejado sin habla. Lo que había dicho, su voz, su piel... Tenía tantas ganas de tirarme encima suyo, pero la presencia no muy lejana de Okawa-san, Kaito y Nori me impedían hacerlo.
–Nowaki... –susurré mirándolo con pasión.
–Shhh –dijo en voz baja, colocando su dedo en mis labios –. No digas nada. 
  En aquél momento, Nori-Senpai, acompañado de Okawa-san, había llegado hasta donde Nowaki y yo estábamos. Nos separamos disimuladamente, aunque Nori le miró con desconfianza.
  Era momento de irnos. Nowaki me miró de una manera que parecía significar un "adiós". Caminé en silencio junto a Kaito y Nori hacia la van que nos llevaría a almorzar, invitados por Okawa-san.
  Odio decir esto, pero creo que Nori-Senpai se dio cuenta de lo que había sucedido entre Nowaki y yo. Pero, ¡no me importa! Nada ni nadie puede arruinar el precioso momento que acabo de tener.

No hay comentarios:

Publicar un comentario