sábado, 30 de abril de 2011

Ai no tetsugaku - Capítulo 7: "¡¿Qué es lo que me pasa?!".

–Resultó ser más dormilón de lo que pensé... Oye, levántate ya. Son las 11:30 de la mañana, ¿acaso despiertas a la misma hora todos los días? –dijo con una taza de chocolate caliente en mano.
–¿Eh...? ...Yo... ¿Chiharu-san?... ¡CHIHARU-SAN! –grité despertando de golpe –¡¿Qué...?! ¿Qué diablos hago yo aquí? ¡¿Y desnudo?! –preguntaba mirando debajo de la sábana.
–¿No te acuerdas? –respondió bebiendo de la taza –ayer... pasaste la noche aquí.
–¿Pasar la noche? –contesté –¿cómo...?
–Ah... menuda memoria –dijo levantándose –perdiste tus llaves, y te ofrecí mi cuarto de huéspedes para que tuvieras donde dormir hasta que las encontraras.
–Ya... –respondí mirándolo –entonces, ¿por qué estás tú aquí, si es el cuarto de huéspedes? Y... ¿por qué luce tan bien todo? Se supone que son cuartos poco usados, no debería estar tan bien decorado.
–Ya lo sé, luce bien porque ésta es mi habitación –contestó sentándose en la orilla izquierda de la cama –y tú dormiste aquí.
–¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEE?!
–Tranquilo, no sucedió nada malo –dijo mirando a través de la ventana.
–¿¡NADA!? ¡Entonces explícame por qué coños estoy desnudo! –grité mirando con terror debajo de las sábanas.
–Haz memoria –respondió volviendo su rostro hacia mí –...tú y yo tuvimos relaciones ayer en la noche, Arekusandā.
–¿R-relaciones? –pregunté petrificado –¿t-tú y ...yo?
–Sí –contestó levantándose –ahora vístete. Debo ir a una reunión y me gustaría que antes de que me vaya, desayunaras. 
–¿Ve-vestirme? –dije tartamudeando –¿d-dónde... está mi r-ropa? 
–Toma –respondió arrojando mi camiseta, ropa interior y pantalón a la cama –te esperaré en la mesa, no tardes –dijo cruzando la puerta.
–¿Re... laciones? –murmuré reaccionando –...¿qué pasó ayer?
  Me demoré un par de minutos en vestirme. Entré al baño, me lavé la cara y bajé a desayunar, aún confundido por lo que pasó. ¿Por qué rayos no puedo recordar el motivo por el que lo hice con él?
–Por fin –dijo con una pequeña sonrisa –sírvete a gusto.
–Arigato –respondí sentándome lejos de él –oye...
–¿Qué? –contestó Chiharu sirviéndose té.
–¿Podrías decirme bien qué fue lo que sucedió ayer en la noche entre... tú y yo? –pregunté cortando un pedazo de bizcocho.
–¿Por qué la pregunta? –respondió mirándome.
–Bueno, no es normal despertar sin ropa, ¿no lo crees? –dije sirviéndome café.
–Sí, estoy de acuerdo. Pero, no entiendo tanto interés en saberlo, es decir, supongo que no te interesa nada que tenga que ver conmigo, ¿no es así? –contestó moviendo ligeramente su corbata.
–Claro, pero me involucra a mí –respondí mirándolo con sospecha –...¿cómo pasó? Estoy seguro que me drogaste con algo.
–¿Drogarte? ¡Já! No seas ridículo –dijo con una leve carcajada –estabas completamente sobrio, sin ningún tipo de droga corriendo por tus venas.
–Entonces, ¿por qué lo hice? –pregunté confundido.
–Sencillamente porque estás enamorado de mí –respondió comiendo un pedazo de bizcocho.
–¡¿QUÉ DICES?! Estás completamente loco –dije enojado –¡ahórrate tu estúpido orgullo y admítelo de una vez que me forzaste a hacerlo!
–Sí, al inicio deseaba obligarte, por eso amarré tus manos, pero... después me di cuenta que no era exactamente un acto obligado a la fuerza. Pude ver en tus ojos un brillo que me indicaba el sentimiento que está oculto en tu interior y que no deseas dejarlo salir por ningún motivo.
–¿De qué hablas? –dije ruborizándome enseguida –no hay ningún sentimiento oculto ni nada por el estilo. En todo el momento en que estuvimos juntos, deseaba largarme lo más pronto posible. Apenas tuviera la oportunidad de huir, lo habría hecho.
–¿En serio? –preguntó mirándome fijamente.
–Sí, ¡muy en serio! –respondí sin dudar.
–Bueno, veo que estás empezando a recordar algo de lo que pasó –dijo colocando su taza en la mesa –noté a mitad de la noche mientras dormíamos, que tú te habías despertado y... te diste cuenta de que, aparentemente, estaba dormido... Entonces dime, ¿por qué no huiste en ese momento? Estando yo dormido, podrías haberte ido sin mayores complicaciones.
  ¿Cómo demonios se dio cuenta que me había despertado?
–¿Qué? No seas absurdo, en ningún momento me desperté –contesté conmocionado.
–Te lo he dicho, debes pulir más tu capacidad de mentir –dijo –de ese modo, nunca lograrás engañarme, ni siquiera un poco.
–¡N-no estoy mintiendo! –dije alzando la voz.
–De acuerdo, haré como si tu mentira fuera lo suficientemente buena como para creérmela sin dudar –respondió levantándose –me voy a la reunión –dijo acercándose a mí –no me esperes para almorzar –agregó pasando su mano en mi cabeza –...adiós.
–¡Oye! –grité mientras estaba cruzando la salida –¿acaso crees que me voy a quedar? Me voy a mi casa –dije levantándome con decisión.
–¿Bromeas? Hoy es sábado –respondió riendo tapándose sutilmente la boca –y dudo que abran la academia, pero si quieres ir, no hay problema.
–¿Y las llaves? –pregunté.
–Hay una copia en el velador de mi cuarto. Búscala y llévatela, pero, no te atrevas a perderla también, sino la prensa o cualquier ladrón tiene libre la entrada a mi casa.
–No te preocupes –contesté asintiendo con la cabeza –las cuidaré.
–Bien, te veo luego –dijo cerrando la puerta.
–Adiós –respondí.
  Vaya... ahora resulté ser amo de casa.
  ¡¿Qué es lo que me pasa?! Todavía me cuesta creer que haya hecho el amor con Chiharu, ¡sin poner resistencia! De verdad estoy empezando a tenerme miedo a mí mismo...  

1 comentario: